viernes, 27 de noviembre de 2009

Letrahue Nº 10: Ausencias


Reseña del hombre hecho de ausencias

Acostumbrado a las ausencias, el hombre no las sufría. Las contenía silenciosas tripas adentro y cuando amenazaban explotar garganta afuera, las empujaba con vino y ellas solitas se adormecían.

- No es tan malo estar lleno de ausencias –decía- Cuando el hambre aprieta, las soledades se instalan en la panza refrescando los ardores del ayuno.

En los ratos de pensar, viboreaban las ausencias buscando adentro su lugar verdadero, ahí entre la garganta y el corazón que es donde suele anidarse la angustia. Entonces florecía el síndrome opresivo desmesurado y veloz como la habichuela mágica en el pecho del hombre solo, que se golpeaba el esternón y las costillas desacomodando el aposento de los recuerdos que duelen. Conjeturaba que las había espantado hacia otro confín del cuerpo porque no era necesario el tiraje de los músculos accesorios del cuello para la respiración, ni sentía el corazón apretado, ni la garganta amenazaba con llorar cada vez que intentaba palabra.

Se durmió el hombre un día, preñado de ausencias. Las privaciones no murieron con él, pero se las llevó puestas, pegadas al alma como un abrojo para no sentirse vacío... y para que nadie tuviera que entorpecer la virtud de estar vivo, haciéndose cargo de ausencias ajenas.

Ejemplo a imitar si los hay, mire...

Carlos Sandoval

Invierno- 1993

Fotografía : Agustin Sandoval

*Nota: El personaje de la foto, nuestro gato Mojo Jojo, fue quien me contó esta historia

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Sandovalito!!!
Estás embromado amigo escritor, con tu modo de jugar con las palabras nos despertas como gente bien tratada, y ya no puedo llamarte de otro modo que no sea "Sandovalito".Asi que "sabelo" viejo, acá en el barrio San Martín se te nombra así, "Sandovalito"tal vez no tenga nada de original, pero nombra lo necesario que se me ha vuelto leer-te.Entré a las disparadas a tu página y quedé inmantada por un rato, entre tanto y sólo por no ser pesada nombro una: Letrahue nº10, Ausencias - Reseña del hombre hecho de ausencia - Uy uy uy que entrañable....
gracias..
Luisa

Carlos Sandoval dijo...

La memoria del agua ya lo sabe (me lo dijo el canal grande): La Ñaña Luisa puede renombrar lo nombrado, rebautizar a "los nosotros" con la frescura de quien te nombra por primera vez.
Gracias por el manto de ternura que acompaña tu voz en las letras que me nombran.

...!!Vamo, levantesén che, que ya pasó cantando la Negrita Calcumil!

Un abrazo garande, grande, de este emocionado Sandovalito

Mónica Angelino dijo...

Realmente, te felicito SANDOVAL,yo te voy a nombrar con mayúsculas, viejo, porque contar así, es cosa "de grandes"

Llegué hasta acá merodeando por el blogs de German (el que tiene más flores que balcones) y valió la pena!

Saludos!!

Carlos Sandoval dijo...

Mónica: gracias por tu comentario tan cálido y lleno de afecto. Entre las muchas alegrías que me ha dado el blogcito, deberé anotar esta también.

... Y si, Germán es la puerta que abrimos para encontrarnos (o el balcon desde donde saludar)
Un abrazoooootee ( así, grandoooteee)

PD:Tenia 23 años cuando escribí esto durante una guardia en la UVI del hospital de roca (Que nostalgia... lo parió)

Laura Gómez Recas dijo...

He llegado hasta aquí gracias a Mónica, Y me alegro de haber llegado.

Buena guardia aquella. Es un relato estupendo, literariamente impecable y con un contenido que deja pequeño el significado de la palabra "densidad".

Un placer leerte.
Laura

Carlos Sandoval dijo...

Laura:
Hola!! Es un gusto recibirte en esta casa y desde ya agradezco esas palabras tan sustanciosas para alimentar este ego tan apaleado por los tormentos.
Hay una serie de relatos de esa época mía que transitaba una busqueda: contar cosas terribles, pero que fueran escritas de manera tal que sea agradable a la vista de quien lo lee.
(Aún sigo buscando)
Un abrazo, española (Madrileña, creo)ahi vamos para allá.